Un informe del gobierno italiano indicó
que más de 80% de los ginecólogos – en algunos lugares se cree que llegan a ser
91% - y más de 50% de los anestesistas y enfermeros se niegan a participar de abortos, y el número está creciendo.
Como podía imaginarse, un grupo de
parlamentares de izquierda – ¡aquí los
tenemos también! – atacaron en aquel país el derecho de objeción de conciencia.
Hay
regiones de Italia donde hacer un aborto no
es posible. ¡Felices regiones!
Un
informe dice que en Nápoles – la mayor ciudad del sur – hace más de un año se
quedó sin médicos dispuestos a
practicar abortos, después de la muerte del último médico abortista. ¡Feliz
ciudad!
El Dr. Bernard Nathanson, cofundador de
la National Abortion Rights Action League (NARAL), admitió que él y sus colegas
activistas pro aborto simplemente había inventado
los números de muertes debidas al aborto clandestino, para conseguir simpatía a
su causa. “Confieso que yo sabía que los números eran totalmente falsos”, afirmó. Y cínicamente agregó: ¿por qué salir de
nuestro camino para corregirlo con estadísticas
honestas? (1)
O sea, se reconoce que debe haber
honestidad, pero es rechazada, para obtener un fin absolutamente censurable y
pecaminoso.
Una tentativa reciente de un político
británico para prohibir la objeción de conciencia en toda la Unión Europea fue derrotada, y su formulación revertida para reafirmar los derechos
de los trabajadores de la salud de no
tomar parte en esa práctica abominable.
Fuente:
ADF (Resumen con observaciones nuestras)
Comentarios de este blog
Es patente la deshonestidad de los que defienden al aborto por el Mundo. Y es
grande la saña que manifiestan para
querer imponerlo. La izquierda los
defiende, claro, como aquí en Uruguay.
Pero los abortistas están viendo que
tienen que enfrentar la ola creciente
de los que se les oponen. Ellos gritan,
histéricos, como hacen los que saben que no tienen razón. Y encuentran la convicción,
la firmeza, la acción decidida de los que se les oponen esgrimiendo la verdad, la
voluntad de defender la vida de los nonatos, de defender la Ley de Dios.
Felizmente hay – en todo el País – médicos
que se niegan a cometer abortos, por un deber de conciencia.
Cuentan con el apoyo caluroso de los hombres de bien.
Ellos – y todos los uruguayos de bien – VOTARÁN
contra ese crimen nefando en el próximo plebiscito.
Y para aumentar nuestra fuerza haremos
todo lo posible – sin pereza, sin dejarnos estar – para hacer que otros también
VOTEN.
Dios y el Cielo entero aprobarán y alentarán
la acción de esa cantidad enorme de personas dispuestas a enfrentar la investida abortista con fuerza, y frenarla.
(1) El Dr. Bernard Nathanson mencionado arriba posteriormente se convirtió al catolicismo y fue incansable defensor de la vida.
(1) El Dr. Bernard Nathanson mencionado arriba posteriormente se convirtió al catolicismo y fue incansable defensor de la vida.
Las fotos – terribles – son una
muestra trágica de lo que todos queremos impedir.
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