Ese es el título de una noticia publicada por El País hoy, domingo 30 de junio de 2013. Es necesario analizar algunos puntos de lo que está dicho ahí.
En una
de las frases se lee: “María Elena, que debía abortar por razones de salud,
vivió un calvario”.
El País
da a entender que, por razones de salud una madre “debía” abortar, o sea, debía
matar a su propio hijo.
Cuando
los parlamentares aprobaron la ley inicua del aborto utilizaron ese “argumento”
de que una madre puede abortar por razones de salud.
Pero se
refirieron únicamente a la salud de la mujer antes de abortar, y ocultaron – deslealmente – la salud de las mujeres después del aborto.
Está demostrado en cantidad de declaraciones
e investigaciones comprobadas de médicos y especialistas, que la salud física y
psíquica de la mujer queda afectada por traumas
graves después que ella abortó.
Por
otro lado, es lamentable – censurable
– que la noticia compare al Calvario los pasos que fueron dados para perpetrar el
aborto. ¡Comparar la pésima actitud de una madre que hace lo posible para matar
a su hijo, con el Calvario, donde el Hijo de Dios dio su vida por los hombres,
es una blasfemia!
Más
adelante la noticia informa que la madre en cuestión “volvió a Salto, se tomó
las pastillas [abortivas], pero de todas formas le tuvieron que hacer un
legrado en el hospital para completar el aborto. Fin de su odisea”.
Se
alude ahí a lo que llaman “odisea” de esa madre. Odisea – y bien trágica – fue sí la del hijo que estaba
en su vientre y que acabó siendo asesinado.
Es
preciso repetir hasta el cansancio
que no se debe abortar por
absolutamente ninguna razón. El
aborto es un crimen, un asesinato que va contra la Ley Natural, contra la Ley de Dios.
Antes
de terminar estos comentarios cumple dar las más calurosas felicitaciones a los médicos
ginecólogos de Salto. La noticia de que estamos tratando dice que “todos los
ginecólogos del departamento salteño presentaron objeción de conciencia
para no interrumpir embarazos”.
¡Muy loable actitud! Esos médicos dan ejemplo de convicción, determinación
y valentía para oponerse al aborto. Felizmente
no son los únicos. ¡Que Dios y la Virgen los protejan!
1 comentario:
Muy bueno y formativo el artículo, los felicito por el trabajo que están realizando dando la información que el gobierno pretende ocultar.
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