Refiriéndose
a las consecuencias producidas por el aborto en las mujeres que lo practicaron,
la Dra. María Simon, psicóloga en la Clínica Ginecológica Universitaria de
Würzburg (Alemania), señala lo siguiente:
“Tras un aborto se acumulan las siguientes consecuencias psíquicas: sentimientos de remordimiento y de culpa, oscilaciones de ánimo y depresiones, llanto inmotivado, estados de miedo y pesadillas.
Frecuentemente, afirma, estos fenómenos van
acompañados de perturbaciones físicas, como alteraciones del ritmo cardíaco o de la tensión arterial, migraña, trastornos del
aparato digestivo o calambres en el vientre. Inmediatamente tras el
aborto y bastante tiempo después, las pesadillas tienen como tema
niños pequeños muertos.
Al 52 % de las encuestadas les molesta ver a
mujeres embarazadas porque les recuerdan sus propios hijos abortados.
En el 70 % de las mujeres surge una y otra vez el
pensamiento de cómo serían las cosas si el niño abortado viviera
ahora.
Además, las encuestas arrojan proporciones de hasta 50 % de
uniones que se rompen después de un aborto.”
Comentarios de este blog:
Aquellos
que conocen mujeres que abortaron, ciertamente notaron en ellas traumas como
los mencionados, y es posible que hasta les hayan sido contados por las mismas
afectadas. Es decir, son traumas reales comprobados.
Los
parlamentares que aprobaron la ley del aborto ignoraron las consecuencias descritas
arriba. Cínicamente quisieron dar a entender que defendían los llamados “derechos
de las mujeres” pero al mismo tiempo las empujaron a una serie de consecuencias
dañosas y nocivas que ellas tendrán que sufrir. Y – lo más grave de todo –
despenalizaron un crimen que va contra la Ley de Dios.
Por otro lado, a aquellos que, diciéndose contrarios al aborto, no votaron en el plebiscito, les vendrá el siguiente pensamiento: "Fui omiso. Tuve la obligación grave de poner freno a la matanza de inocentes y no lo hice". Siempre hay tiempo de arrepentirse y lavar el alma de esa culpa.
Por otro lado, a aquellos que, diciéndose contrarios al aborto, no votaron en el plebiscito, les vendrá el siguiente pensamiento: "Fui omiso. Tuve la obligación grave de poner freno a la matanza de inocentes y no lo hice". Siempre hay tiempo de arrepentirse y lavar el alma de esa culpa.
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