Transcripción de parte de un artículo científico, publicado por la Agencia Zenit, sobre aspectos psicológicos que el aborto produce, elaborado
por la psicóloga Patricia Bernardo, Máster de Psicología Comportamental por la
Universidad de Brasilia y Miembro de la Comisión de Bioética y Defensa de la
Vida, de la Arquidiósesis de Brasilia.
“Derecho, libertad y opción son algunas de las palabras usadas por los
que defienden la despenalización del aborto. En los debates se ha hablado mucho
sobre la salud física de la mujer (…). Entretanto, poco o nada se habla sobre
los aspectos psicológicos posteriores al aborto y el impacto del mismo sobre la
mujer.
La mujer muchas veces decide por abortar por una situación de
desesperación, miedo, falta de alternativa, presión y falta de apoyo durante la
constatación del embarazo.
Por un instinto de auto-preservación, la opción por retirar el bebé de
su vientre le parece una alternativa que le traerá alivio, solucionando todos
los problemas que está teniendo. Entretanto, hecho el aborto (…) ella puede
quedar confusa.
En ese momento, surgen muchos sentimientos: angustia, frustración,
culpa, necesidad de reconciliarse con el bebé abortado, vergüenza, ganas de
aislarse, depresión, baja autoestima, miedo de la reacción de las personas ante
lo que ella hizo, rabia, problemas para dormir – incluyendo pesadillas
relacionadas con el aborto – “oír” sonidos de un nene llorando, dificultades
para establecer vínculos afectivos y pérdida del interés sexual”.
(La psicóloga agrega aquí una larga lista con porcentajes de los traumas
causados por el aborto).
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