Salzkoten – Una madre de 12 hijos fue condenada
a 43 días de prisión forzada porque ella y su marido no permitieron que tres de
sus hijos participasen – por razones de convicción religiosa y de conciencia –
de las clases de educación sexual del programa oficial de enseñanza.
Los padres invocaron en la escuela sus derechos
paternos y humanos, por los cuales la escuela está obligada a garantizar el
respeto a la convicciones religiosas de los padres. El fundamento para eso se
haya en el artículo 2º del 1er Protocolo de complemento de la Convención
europea sobre derechos humanos:
“El Estado, en el uso de sus prerrogativas en
los campos de educación y enseñanza, tiene el particular deber de respetar los
derechos de los padres, asegurando educación y enseñanza de acuerdo con las
convicciones personales de ellos sobre la religión y el mundo”.
Desde 2005 la Escuela Liborius ignora ese
derecho paterno, al establecer la enseñanza sexual a alumnos de todos los
niveles. Los padres cristianos, por causa de eso, entran siempre en conflicto
con la escuela, pues no pueden renunciar a sus convicciones religiosas en
beneficio de una educación estatal emancipada..
Los tribunales apoyan ese desprecio por los
derechos humanos de los padres a la educación (como el realizado por esa
escuela), por lo que se tiene la impresión de que se trata aquí de una acción
concertada entre la escuela y los tribunales para retirar de la institución de
enseñanza los derechos paternos a la educación.
Otra madre de nueve hijos – el mayor con 14
años y el menor con 10 meses – está igualmente amenazada de prisión forzada de
21 días, como había previamente sucedido a su marido, porque también ella, por
las mismas razones de fe y convicciones religiosas, insiste en la observancia
de sus derechos paternos de educación. (LS)
Fuente:
Blog de la Familia
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