El patriarca Kiril, líder de la iglesia
cismática “ortodoxa” de Moscú, recibió de regalo
un avión a reacción, de guerra,
SU-35. El regalo, carísimo, aparece como habiendo sido hecho por los obreros de
la fábrica que produce ese aparato.
El líder
religioso – ex-agente de la siniestra
KGB rusa, donde quedó conocido como agente “Mikhailov” – había ido a “bendecir”
la fábrica militar y a los obreros, según informó el sitio oficial de su
iglesia, citado por la agencia Reuters.
Según
afirma Reuters, la verdadera causa del carísimo y extravagante regado es otra.
El presidente
Putin está usando intensivamente la imagen del jefe cismático para pretender estimular al pueblo a esforzarse más por la política
imperialista militar que está promoviendo.
Y como Kiril se está portando bien en el
servicio que presta al amo del Kremlin,
está siendo bien pagado.
Kiril
incitó a los obreros a trabajar más y mejor, “con la finalidad de permitirnos
vivir una vida soberana, y para eso debemos, si fuere necesario, ser capaces de
defender nuestra patria”.
Las
palabras fueron pronunciadas en el momento en que Vladimir Putin promueve la guerra contra Ucrania y la invasión de la misma.
La
alineación del patriarcado de Moscú con las voluntades supremas de Putin busca re-esclavizar a los países que otrora
estaban bajo la bota de la Unión Soviética. Y, para eso, la “iglesia ortodoxa
rusa” es un instrumento necesario para conseguir 165 millones de rusos y
pueblos de las antiguas repúblicas soviéticas.
Para los
críticos, la Iglesia Ortodoxa Rusa
actúa como un ministerio de Putin, inclusive en áreas no religiosas, como las
Relaciones Exteriores, suministrando garantías “morales” y “religiosas” a los golpes del jefe del Kremlin.
Kiril
perdió la fidelidad de la gran mayoría de los seguidores del patriarcado de
Moscú en Ucrania, después de la auto-creación del patriarcado de Kiev, el cual
se separó del de Moscú con la independencia
de Ucrania.
Después de
la guerra del Kremlin contra la soberanía de Ucrania, decenas de parroquias que
antiguamente obedecían a Moscú se están pasando para el
patriarcado de Kiev.
La soldadesca
que promueve la rebelión del este ucraniano viene siendo denunciada
repetidamente por representantes de varias confesiones del clero local. La
causa son las violencias y los crímenes practicados para forzar a la
población a adherir al mal visto
patriarcado de Moscú.
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