Por la decisión emitida por el Comité Central del Partico Comunista chino, las parejas están autorizadas a tener dos hijos, si uno de los cónyuges fuere hijo único, según la agencia de noticias estatal Xinhua.
El Comité central del Partido Comunista calculó que el país precisa tener una población de 1.500 millones en 2030. Los individuos y las familias poco le importan; lo único que les importa es la planificación comunista de la economía.
La intención es reducir en las próximas décadas esa tasa a una proporción de 103 y 107 hombres para 100 mujeres.
La “bomba demográfica” que amenaza derrumbar el ordenamiento del país incluye muchos otros factores ya difíciles de administrar. Notoriamente el envejecimiento de la población.
La ley de planificación familiar viene siendo aplicada con extremos de inhumanidad desde 1979 y habría impedido el nacimiento de 400 millones de niños.
Sea lo que sea que está escrito en la ley, los agentes del partido aplican multas extorsivas. Y a su vez, las familias que subordinaron a los administradores comunistas no están nada seguras, pues pueden ser castigadas en cualquier momento y perder los hijos que tuvieron “de más”.
Según Wang Feng, director del Centro Brooking-Tsingua de Políticas Públicas de Pequín, la ley anunciada sólo va a favorecer 10 millones de parejas, de un total de 1.300 millones de habitantes del país.
China envejece inexorablemente después de tres décadas de persecución a los nacimientos. La esterilización forzada afectó a un número incalculable de mujeres.
En suma, la cruel metodología anti-vida del régimen marxista chino continúa igual. La ley anunciada es apenas un maquillaje engañador.
Comentarios de este blog:
Cuando estaba siendo debatida la liberación del aborto en nuestro país, el presidente Mujica se refirió a que Uruguay necesitaba entre 4 y 5 millones de habitantes para expandir su economía, y habló de fomentar la migración latinoamericana hacia Uruguay. En una entrevista a un diario de Chile dijo que “somos pocos y estamos viejos”
Pero después, contradictoriamente, firmó la ley que liberó el aborto.
Tenemos ahí actitudes de dos gobiernos de izquierda – el de China y el de Uruguay – que atacan directa y gravemente a la familia. Ambos necesitan aumentar la población, pero promulgan leyes que restringen la natalidad y violan frontalmente la Ley de Dios.
Debemos continuar la lucha para conseguir que la ley que liberó el aborto sea derogada. Utilice la internet, las redes sociales, las conversaciones. Contáctenos
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