Los cristianos de Erbil, en Irak,
construyeron una gran imagen de
la Santísima Virgen y la colocaron a una altura de 15 metros. La
inauguraron el día de la Asunción.
Los cristianos
están experimentando el martirio y
el exilio en Irak. Miles de ellos
han perdido todo e incluso algunos han sido
muertos a manos de los terroristas del autollamado Estado Islámico por ser cristianos y por negarse a renegar de su fe. Estos mártires están regando con
sangre una tierra que ha albergado a los cristianos desde hace casi dos
milenios.
Aún con miedo por todo lo que están viviendo
durante estos meses los cristianos iraquíes no pierden la fe. Es más, la persecución
los afianza en todo aquello que
creen. Se dispusieron a mantener su fe a sabiendas de que ello les acarrearía numerosos sufrimientos.
Se
han encomendado a la Santísima Virgen María como protectora y consoladora de tantos miles de afligidos que lo han perdido todo.
Y no sólo se han encomendado de manera
espiritual sino que le han construido la imagen lanzando un mensaje muy claro a los terroristas del
Estado Islámico, mostrando que tienen una gran
intercesora.
La fiesta de la Asunción, en la ciudad de Erbil – objetivo de la sangrienta
persecución desencadenada por los musulmanes del Estado Islámico – los cristianos
la celebraron colocando la gran estatua
de la Virgen María sobre
una columna a una altura de 15 metros.
Para que vea, para que proteja a los cristianos y para que sepan
que allí están ellos.
A escasos kilómetros del frente de acción de
los islamitas, la Virgen da ánimo
a una comunidad sufrida y aterrada, y sirve ahora como una
fuente de esperanza. Una imagen que además gira sobre sí misma mirando en todas
las direcciones para hacer presente que Ella
está en todas partes y que no
abandona a sus hijos.
Un cristiano local dice que “ahora todo el mundo sabe que este es un
país cristiano”.
En esta zona han vivido durante generaciones
miles de cristianos, cantidad que se ha multiplicado ahora con la llegada
de refugiados obligados a huir de los islamistas. En la inauguración,
presidida por el obispo de Erbil, monseñor Bashar Warde Mate, estuvieron presentes las comunidades tanto
de los caldeos como de los asirios en un signo de unidad ante la persecución.
Actualmente toda la zona alrededor de esta
imagen protectora de la Virgen está tomada por cristianos.
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Comentario de este blog:
Ayer comentamos la admirable afirmación hecha
por una anciana de los cristianos iraquíes perseguidos: “nosotros preferimos morir a esconder nuestra cruz”.
Hoy noticiamos con mucha alegría esta otra
demostración de fe, confianza y coraje de los mismos cristianos perseguidos, que colocaron esa enorme estatua de la Santísima Virgen. Para ser bien vista, y proclamándola valiente y confiadamente como protectora.
¿Qué enemigo se atreverá a profanarla?
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