Los seminaristas de Pequín boicotearon la
ceremonia de su graduación, para no
participar de la misa concelebrada con obispos
comprometidos en consagraciones
canónicamente ilícitas en los últimos años, notició la agencia AsiaNews.
Para esa
misa estaba anunciada la participación del obispo
excomulgado Joseph Ma Yinglin, cuya consagración en 2006 había sido hecha en
rebeldía con la Santa Sede. El régimen lo impuso entonces como obispo de Kunming, y lo instaló en 2010 como
rector del seminario.
Ante los vehementes protestos de los seminaristas, la dirección del
Seminario propuso al obispo Giovanni Fang Xingyao, presidente de la Asociación
Patriótica, inventada por el gobierno comunista
para controlar a la Iglesia Católica.
Don Fang es
obispo de la diócesis de Linyi. Consagrado en 1997 sin aprobación de la Santa
Sede, fue de a poco aproximándose
del gobierno comunista y sometiéndose al mismo.
También esa
propuesta inaceptable fue rechazada por los seminaristas, pues Don Fang participó de varias consagraciones ilícitas.
Una fuente
del Seminario Nacional citaba bajo anonimato por la agencia UCAN, contó que el obispo excomulgado en los años anteriores no se presentó a la misa
y sólo mandó entregar los certificados de fin de curso.
El propio
obispo ilegal no quería la ceremonia, pero fue constreñido por “superiores”, léase por el gobierno comunista.
Al final, no hubo ceremonia y, en represalia, los seminaristas no
recibieron los diplomas, quedando postergados los cursos para sacerdotes y religiosos.
No es la primera vez que los seminaristas de Pequín se levantan contra los exabruptos despóticos de la Asociación Patriótica. En enero de 2000, todos los estudiantes del Seminario Nacional – más de 130 – se negaron a participar de una consagración ilícita de cinco obispos alineados con el gobierno.
La
ceremonia a ser realizada en la catedral de la Inmaculada Concepción de Pequín
debía ser un golpe propagandístico del
régimen, pero resultó en un fracaso
por la ausencia de fieles y la no participación de los seminaristas.
En aquella
ocasión, todos los estudiantes fueron mandados de vuelta para casa sin derecho
a volver al seminario.
En carta abierta,
los seminaristas explicaron su gesto: ”No queremos ir contra el Papa; aunque
quedemos impedidos de ser sacerdotes,
conservaremos el alma pura, en comunión con la Iglesia universal y unidos en el
amor a Cristo”.
También los
seminaristas de Shanghai se opusieron a la presencia de obispos
canónicamente ilícitos en la consagración del obispo auxiliar D. Ma Daqin. Éste
heroico obispo, en seguida de su
consagración, mientras todavía estaba en el recinto de la catedra, renunció a la Asociación Patriótica.
Por eso fue
preso inmediatamente, y se encuentra
desde entonces en prisión domiciliar
en el santuario mariano de Shashan, e impedido de ejercer su ministerio.
Los
seminaristas de Shanghai fueran expulsados en bloque y el seminario diocesano fue cerrado
por la dictadura comunista.
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