martes, 29 de octubre de 2013

ABORTO – Cometerlo hubiera segado una vida de sucesos

Antes de nacer, Emmanuel Joseph Bishop fue diagnosticado con síndrome de Down. Tal vez hubo quien sugirió abortarlo, pues en muchos países hay leyes que “permiten” eliminar en el seno materno a quienes sufren de ese defecto. 

Entretanto, el joven tiene 16 años, habla inglés y español a la perfección,  se maneja extraordinariamente bien en francés y latín, es gran violinista y da conferencias por Estados Unidos y el resto del mundo.

Hoy sería difícil encontrar un talento como él pues no le hubieran dejado nacer por el hecho de tener síndrome de Down. Es decir, simplemente por no cumplir los requisitos que la sociedad occidental determina como siendo necesarios para serse digno de nacer. Y eso impuesto por “ley”.

La historia de este joven destruye contundentemente todas las falacias que hoy se quieren imponer para “justificar” el aborto de miles y miles de bebés que son definidos como no siendo aptos para vivir. Este joven ha ido desmontando todos los “argumentos” y ha mostrado al mundo de lo que es capaz.

Emmanuel nació el 21 de diciembre de 1996 en la ciudad estadounidense de Grafton. A los dos años ya leía; con sólo seis años leyó el discurso de bienvenida del Congreso anual de la Sociedad Nacional de Síndrome de Down; a esa misma edad ya aprendía a tocar el violín, una de sus mayores aficiones.

A los 8 años montaba en bicicleta y era medallista en las Olimpiadas Especiales del Estado tanto en golf como en natación donde ganó en los 200 y 400 metros libres. Dos años más tarde marcaba varios récords en la categoría junior en distintas pruebas de natación.

A los 12 años dio un recital con el violín en el Décimo Congreso Mundial de Síndrome de Down que se celebró en Irlanda en 2009. Un año después fue monaguillo en su parroquia. A los catorce recibió el sacramento de la Confirmación. En 2010, para el Día Mundial del Síndrome de Down, fue invitado a tocar en Turquía con una orquesta sinfónica.

Fue educado en casa y sus padres nunca dudaron de sus capacidades.

Emmanuel es católico muy devoto, y pretende utilizar los favores que Dios le ha dado para mostrar a los que tienen discapacidad que ellos poseen sus propios dones y habilidades. En definitiva, convencerles de que son útiles, justo lo contrario de lo que muchos quieren mostrarles.

He ahí una prueba viva de que el aborto no debe ser cometido en ninguna circunstancia.
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