Cuando una autoridad se pronuncia por la prensa, debe ser lo mínimo claro en lo que dice, de lo contrario, acaba faltándole al respeto al público. Las declaraciones que siguen hacen pensar que algo no anda bien en la cabeza de quienes las hicieron.
El prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, afirmó que en las políticas del gobierno sobre la marihuana, el tabaco y el alcohol, lo importante es la “regulación” porque ella permite “atacar las adicciones, visibilizar la problemática y orientarla hacia un tratamiento diferente”.
“Se ha avanzado mucho, pero estoy convencido que hay que dar un salto cualitativo, de sofisticación de las políticas y llevar hacia los operadores, la Justicia o el gobierno, insumos para que nuestras políticas empiecen a tener mayor complejidad”, dijo.
Por su parte, el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, expresó que desde el año 2005 se ha trabajado desde la Junta Nacional de Drogas en un asunto que preocupa al gobierno y que es “la desestructuración de la familia que dejó el camino fértil para que la droga entrara al país”.
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1a interrogación: “atacar las adicciones”. ¿Cuáles adicciones van a atacar? ¿Las que se produzcan por causa de la liberación de la droga? Si es así, entonces, primero dan las condiciones para que haya adicciones y después, cínicamente, pretenden que las personas ingenuamente crean que ellos las combatirán.
2a interrogación: “visibilizar la problemática”. ¿A qué problemática se refiere? ¿A la que ellos mismos crean liberando la droga?
3a interrogación: “orientar la problemática hacia un tratamiento diferente”. ¿Qué tratamiento? ¿Diferente de qué?
4a interrogación: “se ha avanzado mucho”. ¿Avanzado en lo qué? ¿Por qué mucho y no poco?
5a interrogación: “hay que dar un salto cualitativo, de sofisticación de las políticas”. ¿Ese “cualitativo” se refiere a la cualidad de la droga? ¿Se trata de sofisticar las políticas de la izquierda, que es la que está promoviendo la droga?
6a interrogación: “para que nuestras políticas empiecen a tener mayor complejidad”. Aquí, realmente, no se sabe qué decir. Una autoridad del Gobierno afirma que las políticas – de izquierda – tienen que ser más complejas. ¿Qué es eso? ¿Usted entiende? Compleja es, sin duda, la cabeza de quien hace una afirmación como esa.
7a interrogación: “un asunto que preocupa al gobierno y que es la desestructuración de la familia”. Esa es fuerte. ¿Será que ahora tenemos que creer que la izquierda está preocupada con la familia? Basta acompañar la actuación del Gobierno para tener serias dudas al respecto. Alguien podría decir: “el Gobierno va a liberar la marihuana como siendo una medida para reestructurar la familia”.
¿Qué entiende la izquierda por “familias desestructuradas”? ¿Aquellas cuyos miembros no son socialistas, o comunistas? ¿Para “reestructurarlas” querrán imponer que las familias sean compuestas por marxistas? ¿Para ellos familias “reestructuradas” serán las que acepten como “normales” los crímenes cometidos por los tupamaros? Y caben muchas preguntas más.
Al empeño de la izquierda en liberar la marihuana debemos oponer nuestro rechazo firme y activo. Sobre todo porque están en juego nuestras familias, nuestros hijos. Y, por encima de todo debemos defender la Ley de Dios.
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