La prensa de hoy se refiere a una jornada organizada por la organización feminista Mujer y Salud (MYSU). Menciona que todos los ginecólogos de Salto se negaron a recetar medicación abortiva por objeción de conciencia. Ese punto había sido noticiado anteriormente.
En la jornada se levantaron casos de mujeres que han tenido dificultades para hacerse abortos “legales”.
Fue señalado que “no es deseable que el profesional que realiza abortos termine siendo identificado como médico abortero. Es difícil sostener ese recurso humano sin que colapse”.
Refiriéndose a la confidencialidad del aborto fue apuntado que “el estigma del aborto cae sobre las mujeres, de modo que muchas siguen optando por la clandestinidad”.
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Comentarios de este blog:
Comenzamos por dar nuevamente nuestros parabienes a los médicos que se niegan a practicar abortos y les deseamos las bendiciones de Dios y la Virgen.
Sobre la jornada a que se refiere la noticia, es de notar que está reconocido ahí – y por una organización feminista – que “el aborto constituye un estigma para la mujer que lo realiza”. Ese estigma no es otro que el de haber matado a su hijo. No obstante, y a pesar de eso, persisten en aprobar la práctica de ese crimen.
La presión mundial que se lleva a cabo para favorecer la práctica del aborto, nos lleva a tratar del tema en este blog. Lo hacemos porque deben ser desenmascarados los errores, las falsas afirmaciones, las omisiones, las tergiversaciones que los que promueven el aborto usan. Pero es necesario decir, siempre y antes que nada, que la práctica del aborto es un crimen – en cualquier circunstancia – y ofende gravemente a Dios.
Luche contra el aborto. Use los medios a su alcance: la internet, las redes sociales, las conversaciones. Tendrá la gratitud de los niños que nazcan gracias a su lucha y Dios le recompensará.
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