El País publicó un artículo con el título “La puja por el mercado de la marihuana”. Nos referimos aquí a algunas partes del mismo.
Mientras el proyecto de regulación [de la marihuana] se comienza a discutir en el Senado, dos fuerzas contrarias libran sus batallas. De un lado los narcotraficantes. Del otro, la gran expectativa comercial de empresarios adentro y afuera del país, interesados, principalmente, en proveer la droga al Estado.
Joaquín Panasco, especialista en asesoramiento legal empresarial del estudio Tesouro, considera que de aprobarse la ley que legaliza la marihuana hay dos oportunidades comerciales principales: la de obtener autorización para ser el proveedor de la marihuana, y la creación y administración de clubes de membresía, para distribuir el producto entre los miembros. Según él, esos clubes “son asociaciones civiles sin fines de lucro”.
Laura Blanco, presidente de la Asociación de Estudios del Cannabis del Uruguay, considera que "el límite de miembros de los clubes que la ley ha puesto no es un límite muy razonable porque compartir la producción tiene costos bastante grandes, y limitar a 45 el número de socios hace que esos costos sean más fuertes a la hora de dividirlos".
El secretario ejecutivo de la Junta Nacional de Drogas (JND), Julio Calzada, dijo que "en nuestras hipótesis surge que de 20 toneladas que se consumen en el país, las fuerzas de seguridad uruguayas son muy efectivas, porque si se comparan con las incautaciones que hay en otros lugares del mundo [en que] por lo general no superan el 3 por ciento del total de la producción, acá estamos por encima del 10 por ciento". [?!]
Juan Andrés Vaz, de la Asociación de Estudios de Cannabis de Uruguay cree que el marco regulatorio hará "colapsar" el negocio de los narcotraficantes. En cambio Calzada se mostró más cauto: "Yo no diría que vaya a colapsar el mercado ilegal, yo diría que eso va a ser un proceso. Primero que los usuarios confíen en la seguridad del sistema de expendio regulado, y que progresivamente se le vaya ganando espacio al mercado negro", señaló.
El proyecto de ley establece la creación de clubes, pero no aclara cómo serán administrados.
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Comentarios de este blog:
Al referirse a las “dos fuerzas contrarias” – el narcotráfico y la expectativa comercial de suministro – se "olvidaron" de mencionar la tercera, el Gobierno, que evidentemente está impulsando la liberación de la droga con fuerza notable.
Sobre que los clubes de membresía son “sin fines de lucro”, se “olvidan” de decir que habrá sí un lucro, NEGATIVO evidentemente: el de las familias que por desgracia vengan a tener hijos consumidores de la droga.
La presidente de la Asociación de Estudios del Cannabis del Uruguay parece considerar poco que sean 45 las personas que puedan formar un club. Se entiende, pues es coherente con la manifiesta intensión de liberar la droga el que ésta sea muy consumida, y eso queda favorecido por un número mayor de participantes de los clubes.
Dicho sea de paso, no sería absurdo imaginar que el Estado acabe favoreciendo financiamientos a los clubes de membresía.
Es un tanto singular que Calzada considere las fuerzas de seguridad uruguayas muy efectivas porque consiguen incautar 10% de la droga. Parece una “efectividad” bastante limitada.
Y cuando se refiere a la “seguridad del sistema de expendio regulado”, si se refiere a que el suministro funcione, también se entiende, pues es coherente con la manifiesta intensión de liberar la droga garantir que ésta no falte.
La referencia a "colapsar" el negocio de los narcotraficantes es de una ingenuidad espantosa.
Es necesario oponerse a la liberación de la marihuana, que perjudica nuestras familias, nuestros hijos, y sobre todo transgrede la Ley de Dios.
Alerte a otros sobre el grave peligro que eso representa. Utilice la internet, las redes sociales. Converse en los lugares que frecuenta.
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