Dos hospitales británicos reconocieron que quemaban fetos abortados para calentar sus instalaciones.
Se trata del Addenbrooke´s Hospital de Cambridge y el Hospital de Ipswich.
El primero reconoció haber incinerado 797 fetos para generar energía, diciendo a las madres que los mismos habían sido “cremados”.
En el segundo, una empresa contratada incineró 1.100 niños abortados, traídos de otro hospital, entre los años 2011 y 2013.
En el Ipswich, las autoridades alegan desconocimiento de la práctica de la firma contratada.
El ministro de salud, Dan Poulter (diputado y médico), ordenó acabar con esa práctica “totalmente inaceptable”.
En marzo, una investigación periodística concluyó que, apenas en los dos últimos años, 27 hospitales habían quemado más de 15.000 restos de niños abortados, sin consultar a los padres o responsables.
En 2011 fueron practicados en el Reino Unido por vuelta de 196.000 abortos “legales”. En 4.000 casos, los bebés llegaron a nacer con vida, de acuerdo con el Ministerio de Salud.
El sitio Patheos notició horrorizado el hecho de la incineración de los fetos.
Ese sitio fue otrora una plataforma del ateísmo, pero su promotora se convirtió al catolicismo tradicional cuando procuraba argumentos contra la Iglesia Católica.
Prácticas ateas e inmorales, como la denunciada en el artículo, chocan cada vez más a las personas sinceras, que acaban encontrando en el catolicismo se siempre el refugio y la respuesta a la decadencia moderna.
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Comentarios de este blog:
¡CUIDADO!¿Alguien se atrevería a afirmar que en Uruguay lo que dice la noticia nunca va a pasar? ¿Usted diría que no?
Lo que se haga con los restos de un bebé abortado – quemarlos o tirarlos a la basura – pasa a tener menos gravedad comparado con la brutalidad de matar un bebé ¡Claro que aprovecharlos para “crear energía”, u otras finalidades macabras, constituye un acto de maldad exacerbada! ¡Un crimen lleva a otro!
La noticia no explica si el ministro de salud calificó de práctica “totalmente inaceptable” solamente la incineración. Debe considerarse que ya la práctica del aborto es inaceptable, pues ofende gravemente a Dios.
Sobre quemar restos de bebés abortados “sin consultar a los padres” es necesario considerar – y censurar antes – la actitud de los padres que consintieron en abortar.
Debemos luchar incansablemente para que la ley infame que liberó el aborto sea derogada. Utilice la internet, las redes sociales; converse sobre el tema.
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