Unos 80 abortos se han realizado en Salto en los últimos ocho meses, desde la puesta en marcha de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y tras la solución hallada por el Ministerio de Salud Pública (MSP), ante la objeción de conciencia de los ginecólogos.
La cartera envía desde Montevideo una ginecóloga que prescribe los fármacos que inducen a la interrupción del embarazo.
Se pretende incrementar el número de profesionales en Salto a través de un convenio con la Facultad de Medicina y la convocatoria a nuevos ginecólogos para realizar la tarea.
El subsecretario de Salud Pública, Dr. Leonel Briozzo, dijo en su reciente visita Salto, que la cifra de abortos se redujo en la población salteña desde su legalización.
Además, indicó que ello ocurre a nivel nacional y que la muerte materna "es algo excepcional", tras la interrupción de un embarazo.
El subsecretario estableció "no preocuparle" la posición corporativa de los ginecólogos de Salto en cuanto a la objeción de conciencia, aunque anunció mecanismos de salida para quienes utilizarán el sistema de aquí en más.
Esto lo sustentó en cuanto a la confirmación por parte de la mutualista del departamento, que confirmó la contratación de dos profesionales bajo el régimen de "alta dedicación".
Confirmó además que en un plazo no mayor a dos meses la Ley de Fertilización Asistida será aprobada en el Uruguay
También anunció que se firmó la autorización para la realización en Salto de las angioplastias, que permitirán que no se pierdan más vidas en Salto.
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El Ministerio de Salud Pública utiliza una “solución” para contornar la loable actitud de ginecólogos de Salto que no realizan abortos por objeción de conciencia. La “solución” – macabra – es enviar una ginecóloga que prescribe los fármacos – podría decirse “venenos” – para matar seres indefensos en el seno de sus madres.
Se pretende incrementar el número de profesionales para realizar la tarea. Es siniestro definir como “tarea” el acto de matar seres humanos, y una saña el querer “incrementar” el número de profesionales que cometan abortos.
Otra afirmación es que “la cifra de abortos se redujo en la población salteña”, según el subsecretario. Evidentemente, esa “reducción” se transformará en aumento, con el envío de profesionales que los cometan.
También el subsecretario afirma que la muerte materna "es algo excepcional", tras la interrupción de un embarazo. La muerte materna podrá ser calificada de “excepcional”, pero con las medidas que se están tomando, la muerte de los hijos en sus vientres no se podrá decir que serán “excepcionales”. Y aunque lo fueran, no dejarían de ser asesinatos de seres indefensos, contradiciendo frontalmente la Ley de Dios.
Es una afrenta que el subsecretario de Salud Pública afirme "no preocuparle" la objeción de conciencia de los ginecólogos de Salto que se niegan a cometer abortos. Y se refiere a mecanismos de salida, como la contratación de profesionales bajo el régimen de "alta dedicación". ¡“Alta dedicación” para matar niños!
Más adelante, el subsecretario anunció la realización en Salto de angioplastias, que permitirán que no se pierdan más vidas en Salto. ¿Y las vidas de los seres humanos que se pierden al ser muertos en el seno de sus madres?
Es necesario decir también que Fertilización Asistida es contraria a la Ley de Dios.
Una vez más reiteramos nuestras felicitaciones y apoyo a los ginecólogos de Salto que se niegan a cometer abortos. El aborto es un pecado que ofende gravemente a Dios.
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